Homeoffice – Alex Barcelona & Nikelaos: 🍑Under the amber glow of the afternoon, the apartment smelled of cold coffee and the dampness from recent storms. Nikelaos typed with focused fury, his left eyebrow arched in that tension Alex knew well: the leaden weight of work deadlines. His linen shirt, however, remained impeccable, as if elegance were a muscle Nikelaos flexed even in solitude. Alex leaned against the wall behind Nikelaos’s chair, barefoot and shirtless, the sweat from his fever still glistening in the hollow of his collarbone. He studied the nape of Nikelaos’s neck, that vulnerable spot where chestnut hair curled against skin. Alex edged closer, slow and deliberate, until the heat of his body pierced the bubble of chilled air around the desk. The home office could wait. 🍑Bajo la luz ámbar de la tarde, el apartamento olía a café frío y a la humedad de las tormentas recientes. Nikelaos tecleaba con furia concentrada, la ceja izquierda arqueada en esa tensión que Alex conocía bien: el plomo de los plazos laborales. Su camisa de lino, sin embargo, seguía impecable, como si la elegancia fuera un músculo que Nikelaos ejercitara incluso en la soledad. Alex se apoyó en la pared detrás de la silla de Nikelaos, descalzo, con el torso descubierto y el sudor de su calentura aún brillándole en el hueco de la clavícula. Observó la nuca de Nikelaos, ese punto vulnerable donde el pelo castaño se rizaba contra la piel. Alex avanzó, lento, hasta que el calor de su cuerpo rompió la burbuja de aire frío que rodeaba el escritorio. El Homeoffice puede esperar.
